Una tarde en que no encontraba ningún tipo de ocupación, encendí el televisor y para mi sorpresa en un reconocido programa “el diario de Eva”, había dos jóvenes discutiendo por que a uno no le gustaba la actitud “ponceadora” del otro, el caso que vino a continuación me dejo mas estupefacta porque se trataba de dos niñas que no le gustaban como se vestía su amiga. En realidad en primera instancia todos se ríen ante este tipo de situaciones, pero si pensamos un poco mas nos damos cuenta en lo frívolo y carente de emociones y sentimientos de los jóvenes actuales, pero como no queremos jóvenes que pasan todo el día en el computador subiendo fotos a sus “fotolog” o conversando con gente extraña en los “Chat room”, o mas aun preocupados únicamente de que estilo van a seguir mañana, si como sociedad nos hemos sumergido en un estilo de vida consumista, agitado donde lo que menos importa son los sentimientos y lo único que posee importancia es aquello que posee un valor de cambio.
Hace alrededor diez o quince años en nuestro país se vive un fenómeno donde buscamos mejor calidad de vida, el gobierno ha adoptado sistemas económicos neoliberales, donde el suministró de información es abrumador, pero requiere que nosotros participemos como ejecutadores, meramente productores para poder generar ganancia y con esto comprar la preciada calidad de vida, pero hoy en día cuando ya tenemos esta calidad de vida lo único que hacemos en llegar a casa muy tarde y nuestros hijos son criados en jardines o salas cunas para luego pasar al colegio, y para que enmendar el tiempo que no se pasa con ellos les compramos de todo lo que ellas puedan querer, pero en ningún momento nos detenemos a pensar que valores le entregué a mi hijo, como se siente, cuales son las cosas que le desagradan y agradan y en los adolescente menos nos preocupamos de entregarles lo mínimo de educación sexual, porque “eso se le enseñan en el colegio”. Si vemos la juventud actual nos sorprendemos pero cual es la razón de nuestra sorpresa, si todos estos años hemos estado trabajando para esto, porque hoy niños de 13 años tienen una vida sexual activa, consumen alcohol desmedidamente, se sacan fotos en poca ropa, o suben videos a Internet de ellos mismos haciendo cualquier cosa que pueda llamar la atención.
La verdad es que en este panorama ya no hay mucho mas que hacer que comenzar a educarnos nosotros mismos en la crianza de nuestros hijos y empezar a entregarles cosas que de verdad tengan valor, enfocarnos más en lo que hay en los corazones de las personas y no en lo que valen económicamente. En educación finalmente tenemos que hacer uso de este gran auge de la información y comenzar a hacer pensar a nuestros alumnos, ellos ya tienen las herramientas y también un poco de educación valorica no vendaría mal.
Para finalizar quisiera plantear una interrogante, ¿Cuál es la verdadera calidad de vida, aquella que encontramos en una multitienda o la que forjamos a diario en nuestro hogar?
